AMELIA Y EMILIO

Cuando Amelia y Emilio fueron encontrados, estaban solos, vulnerables y sin esperanza. Dos pequeños gatitos que habían aprendido a sobrevivir en las calles, enfrentando el frío y el hambre. Su destino cambió cuando fueron llevados a una jornada de adopción organizada por la UBA en la Secretaría de Salud.

Ese día, Marcela los vio y supo que no podía dejarlos atrás. Junto a su esposo Jan y su pequeño hijo Martín, decidieron darles una nueva oportunidad. Hoy, Amelia y Emilio no solo tienen un hogar, sino una familia que los adora. Han pasado de la incertidumbre de la calle a dormir en el calor de una casa, disfrutando de la calidez y seguridad que antes no conocían.